Autor: Trazando Espacios

Sembrando Sueños

El Hatillo, Estado Miranda, Venezuela. 10 de Marzo del 2016
Equipo: Ana Vargas, Gabriela Puppio, Valeria C. Ramos, Raquel Portillo y Diana Ruiz.

El Jueves 10 de Marzo estuvimos probando nuestro programa micro, “Sembrando Sueños” en la Escuela Municipal María May, ubicada en el barrio El Calvario en El Hatillo. Colaboramos con 30 alumnos de 6to grado, 17 voluntarios y los Global Shapers de Caracas, formando equipo para realizar la intervención. Juntos construimos un mural vegetal hecho de materiales reciclables y 96 plantas.

El objetivo principal de la actividad es impulsar un proceso de transformación de espacios públicos y que este sea un vehículo de formación en valores. “Sembrando Sueños” enseña a los niños como intervenir y mejorar su entorno a través del circuito de seis estaciones que usamos en la metodología de “Trazando Espacios”. Ademas, el proceso de construcción del mural se acompañó de una dinámica formativa en la que practicamos valores humanos indispensables para sembrar y alcanzar cualquier sueño o meta: el respeto, la disciplina, la perseverancia, el esfuerzo y el trabajo en equipo. También nos enfocamos en sensibilizar sobre la conservación del medio ambiente y fomentar la práctica del reciclaje en las comunidades.

Contamos con el apoyo de la Alcaldía de el Hatillo para coordinar la logística del refrigerio, transporte y enlace con la escuela. Gracias a la experiencia de los shapers en sus distintos proyectos sociales y varias visitas a Unidades Educativas para conversar con Directores, Coordinadores Académicos, Trabajadores Sociales y Representantes, pudimos identificar oportunidades de mejora y puntos de conexión con los alumnos. El bullying o acoso escolar, la importancia del trabajo, la convivencia, el talento y las habilidades de cada niño, sirvieron de inspiración para diseñar este proyecto. Este tipo de actividad puede contribuir en el trabajo de estas áreas de una forma creativa y diferente.

La actividad comenzó con una caminata por el barrio el Calvario para conocer el contexto de la escuela y entender de donde vienen los niños con los que trabajamos. Todos los involucrados trabajaron activamente durante toda la mañana, poniendo en práctica todos los valores impartidos y recalcando la importancia del modelaje como principal vehículo de aprendizaje.

Callejón Quetepe

Cumaná, Estado Sucre, Venezuela. Noviembre 2016.
Equipo: Ana Vargas, Raquel Portillo, Ana Rodríguez y Diana Ruiz Hueck.

Trazando Espacios en El Callejón Quetepe se realizó en el Centro Histórico de la ciudad de Cumaná, gracias a la alianza con la Fundación Centro Histórico de Cumaná y el Banco Interamericano de Desarrollo. Para realizar este taller parte del Equipo TEP viajó por una semana a la ciudad de Cumaná para trabajar con 15 jóvenes entre 9 y 16 años, vecinos del Centro Histórico.

En este programa los jóvenes aprendieron a ver su comunidad desde una nueva perspectiva. Usando la fotografía como herramienta para observar retrataron mas de veinte lugares que reflejan la identidad local y los espacios que tenían potencial de transformación escogiendo junto a la comunidad uno especial para ellos: “El Callejón Quetepe”.

Luego de escoger el lugar para intervenir y realizar encuestas a los vecinos para identificar las necesidades locales, los participantes realizaron maquetas para expresar sus ideas y proponer distintos tipos de mobiliarios, jardineras y elementos decorativos para el callejón de aproximadamente 70 metros de largo y 2,5 metros de ancho.

Basados en las propuestas de diseño realizadas, los alumnos construyeron con paletas recicladas de madera bancos para sentarse individualmente o en pareja junto con macetas para sembrar árboles que den sombra, así como unas jardineras de pared para sembrar hierbas que los vecinos puedan usar, y banderines de colores para decorar todo el Callejón Quetepe.

Esta semana de experiencia determinó que el Centro Histórico de Cumaná es un sector lleno de lugares con potencial turístico: su arquitectura pintoresca y los distintos espacios públicos son ideales para recibir a turistas y darle vida a esta zona. La intervención realizada en el Callejón Quetepe es sencilla pero contundente en su intención de ser una alternativa de activación del espacio público haciendo que un callejón de más de 70 metros de largo que actualmente es de paso, pueda ser de permanencia; dándole la oportunidad e invitando a los peatones de compartir en un espacio agradable lleno de color y vegetación.

Juan Moreno IV

El Consejo, Estado Aragua, Venezuela. Julio-Diciembre 2016.

Equipo: Ana Vargas, Raquel Portillo, Diana Ruíz Hueck, Ana Rodríguez, Eliana Ramírez y Gabriela Puppio.

En está ocasión Trazando Espacios en alianza con la Fundación Santa Teresa desarrolló un taller Macro en la comunidad de Juan Moreno para 18 jóvenes de la zona, entre 9 y 15 años durante los meses de julio a diciembre de 2016.

En la primera fase del taller, la de OBSERVAR, los alumnos aprendieron a leer y usar un mapa de su comunidad, haciendo recorridos y fotografiando los espacios públicos existentes y buscando atentos cualquier espacio que tuviera potencial para ser transformado. Partiendo de estas fotografías, los alumnos junto con la comunidad escogieron un lugar a intervenir: “La Esquina”, un área que los niños de la comunidad usan para jugar en la calle.

En la segunda fase, los alumnos comenzaron a IMAGINAR que podría pasar en La Esquina. En esta etapa los participantes aprendieron a usar herramientas como la cinta métrica, así como a dibujar en escala y mantener proporciones. Se realizó un paseo de Referentes de Diseño donde los alumnos visitaron la Asamblea Nacional, la Plaza Bolívar y el Parque El Calvario en Caracas acompañados de Carlos Enrique Pérez, guía de Soy tu Guía Venezuela, con el fin de exponer a los participantes a nuevas y creativas ideas de diseño. El paseo incluyó también una visita a la Villa Planchart con la guía Carolina Figueredo y por último a los Jardines Ecológicos Topotepuy donde aprendieron técnicas de siembra y reciclaje. Luego, de vuelta en Juan Moreno, los jóvenes realizaron encuestas a los vecinos para conocer las necesidades del lugar y posteriormente hicieron maquetas del espacio escogido para expresar sus ideas y mostrar sus propuestas de transformación a la comunidad.

Para empezar la fase tres del taller: TRANSFORMAR, partimos de las propuestas seleccionadas por los alumnos con ayuda de la comunidad, el equipo de Trazando Espacios realizó un levantamiento del espacio seleccionado y diseñó una propuesta transformando las ideas de las maquetas de los participantes en planos y detalles constructivos.

La propuesta construida tiene 3 elementos: un huerto productivo en lo que era un espacio abandonado, acompañado de una baranda construida por los alumnos con paletas de madera reciclada; un mobiliario “tren” construido con bloques macizos de arcilla, madera de paletas y cauchos reciclados, acompañado de una pizarra para escribir con tiza; y finalmente un piso de abecedario hecho con tapas de plástico recicladas, propuesta hecha por una de nuestras alumnas con la intención de enseñar a los vecinos más pequeños a leer y escribir.

Este taller contó con el apoyo de más de 25 facilitadores voluntarios: algunos arquitectos, fotógrafos, ingenieros, educadores y abogados; así como la participación de albañiles locales para la construcción de la intervención. Queremos agradecer a los profesores invitados de nuestras clases complementarias: el grupo Teatro Nueva Era, los paisajistas Elías González y María Mercedes Hernández.

Valparaíso

Valparaíso, Chile. Octubre 2015
Equipo: Ana Vargas.
 
Entre el 27 de Octubre y el 1 de Noviembre estuvimos en Valparaíso dictando un taller intensivo de Trazando Espacios Públicos junto con el iLAB de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad Federico Santa María. El taller fue parte del proyecto Innovación Glocal del iLab, una serie de cursos con el objetivo de transmitir tecnologías a la comunidad, ampliando y potenciando la creatividad local. El taller se hizo en el Patio Volantín ubicado en el Cerro Panteón y participaron tanto vecinos como estudiantes de la Universidad Federico Santa María.

En el primer día del taller aprendimos sobre espacio público y salimos a buscar lugares con potencial de transformación. Luego hicimos un mapa colectivo donde marcamos los posibles espacios a intervenir y finalmente elegimos una esquina de tierra abandonada fotografiada por Cristóbal un vecino de 8 años.

En el segundo día del taller empezamos por aprender a medir para así poder entender que tipo de actividades pueden ocupar el espacio seleccionado. Tambien visitamos a los vecinos de la calle San Juan de Dios donde está ubicado el espacio a intervenir y les preguntamos qué tipo de actividades les gustaría que sucedieran en ese espacio. La señora Nena, vecina directa de 94 años nos contó que ella sembró las únicas flores del espacio y que le gustaría que los vecinos se animaran a continuar recuperando el espacio. Así que en esa línea de ideas propusimos una plaza con flores.

En nuestro tercer día del taller trabajamos con paletas de helado para hacer distintas versiones de mobiliario, juegos, materos que pudiésemos construir con paletas de reciclaje. Después de muchas pruebas definimos un prototipo fácil de construir y replicar.

En el cuarto y último día del taller dedicamos el día a construir a escala real el prototipo de paleta para armar una pequeña plaza con jardineras. Tuvimos que nivelar el terreno trabajando con las alturas para poder sentarse en los desniveles, desarmamos y armamos cada prototipo de madera, lo lijamos y sellamos para resistir el aire libre y finalmente los colocamos en el sitio. Sembramos algunas plantas con flores, pero la mejor siembra fue un árbol de Quillay que nos donó Eloisa la alumna mas joven del taller de tan sólo 3 años y medio. También dejamos jardineras libres para que los vecinos se animen a sembrar otras plantas.

Queremos agradecer al iLAB por invitarnos a ser parte “Innovación Glocal”, a Patio Volantín por recibirnos en su maravilloso espacio y a los estudiantes y profesores de la Universidad Federico Santa María por todo su apoyo en especial en la construcción de la plaza. Esperamos que este taller sirva de inspiración para los vecinos de Cerro Panteón organizarse y crear muchos más.

 

Juan Moreno III

El Consejo, Estado Aragua, Venezuela. Septiembre-Diciembre 2015.

Equipo: Ana Vargas, Valeria Ramos, Diana Rangel, Gabriela Puppio y Emilia Monteverde.

En está ocasión Trazando Espacios apoyó al Proyecto de Desarrollo Urbano Integral Casas Blancas de la Fundación Santa Teresa en Juan Moreno. Durante los meses de septiembre a diciembre de 2015 desarrollamos un taller para 12 jóvenes, todos de la zona.

Comenzamos por OBSERVAR, aprendimos sobre espacio público y salimos a buscarlo en la comunidad. Muchos de los niños se dieron cuenta de que, aunque pasaban todos los días por ciertas zonas, no se habían detenido a identificar espacios abandonados con potencial de transformación. Al finalizar esta etapa hicimos una exposición de fotografía y mapping donde invitamos a toda la comunidad. En conjunto escogimos el lugar a intervenir: una esquina abandonada de la Iglesia.

El segundo paso fue IMAGINAR. El aprendizaje en esta etapa fue sobre proporciones, medidas, y entender que tipo de actividad puede llevarse acabo en el espacio. Para ampliar las referencias de espacios públicos de los participantes viajamos hasta Caracas, la capital.

Con un conocimiento más amplio de las diferentes posibilidades nos pusimos a trabajar. Cada niño desarrolló su idea para el espacio escogido e igual que en el paso anterior, realizamos una exposición donde la comunidad escogió el diseño que más les gustaba. Es aquí donde nuestro equipo de arquitectos adaptaron las ideas de los niños a la realidad para poder pasar a la etapa de TRANSFORMACIÓN.

Ya en el último mes se materializaron todas nuestras ideas. La necesidad de una cancha para jugar metras fue lo que dio lugar a La Plaza de Las Metras que se construyó con la colaboración de todos los niños del taller y varios vecinos del lugar. Hoy en día el espacio abandonado tiene nombre, los niños juegan en él, los vecinos tienen ahora un lugar de reunión donde cada cierto tiempo realizan un torneo de dominó o una misa al aire libre. El mayor éxito de este espacio es que los vecinos se han comprometido a cuidar de él regando las matas del mural regularmente.

El Calvario

El Hatillo, Estado Miranda, Venezuela. 17 Diciembre 2016.
Equipo: Ana Vargas, Jennifer Pacheco, Raquel Portillo, Ana Rodríguez, Eliana Ramírez y Orlys Pacheco.

189 ciudadanos formaron parte del Programa Micro “Trazando el Mapa de El Calvario” en el marco de un evento cultural conocido como “El Calvario a Puertas Abiertas”, realizado en el Barrio El Calvario del Municipio el Hatillo. Esta es una iniciativa de la comunidad para promover los numerosos artistas que se encuentran en este barrio.

El recorrido del evento partió desde la Capilla de El Calvario donde se encontraba una estación de trabajo con el equipo de Trazando Espacios. Allí se hizo entrega del material a utilizar: una hoja craft con el mapa del barrio impreso y un marcador de color.

El reto fue que los visitantes observaran e identificaran los lugares con potencial turístico a lo largo del recorrido marcándolos en el mapa entregado, y posteriormente nos contaran su experiencia plasmándola en un mapa colectivo. Los participantes de todas las edades de forma individual o en familia regresaron con mucha energía, llenos de anécdotas y con ganas de comentar sus lugares favoritos. Luego dejaron su aporte rellenando una tarjeta de comentarios e identificando estos lugares en un gran mapa dibujado en una tela usando aguja e hilos de colores: verde para espacios públicos, morado para arte, azul para vistas y rojo para sabor.

Es importante mencionar la participación previa al evento de 7 alumnos de primaria de la escuela María May que sirve a la comunidad de El Calvario, que junto con dos profesoras y parte del Equipo TEP ayudaron a trazar el mapa de su comunidad  en esta gran tela.

Esta actividad nos permitió ver que todas las personas, desde los mas pequeños hasta los mas grandes tienen excelentes ideas para mejorar el espacio que habitan, y el resultado fue un mapa colectivo que significa un gran aporte para el futuro desarrollo turístico de los espacios potenciales encontrados en este barrio. La utilización de un mapa en conjunto con la actividad de recorrer y observar su comunidad es una herramienta educativa que ayuda a ver de una forma distinta el espacio ciudadano.

Escalera del Sabor

Petare, Estado Miranda, Venezuela. 18 de Junio 2016.
Equipo: Ana Vargas, Jennifer Pacheco, Raquel Portillo, Ana Rodríguez, Eliana Ramírez y Orlys Pacheco.

200 voluntarios se convirtieron en protagonistas del proyecto “Trazando Espacios en la Escalera del Sabor”. El escenario escogido para la intervención fue la Zona 2 del Barrio José Félix Ribas en Petare. El reto consistió en transformar 275 escalones del Callejón del Sabor, plasmando en ellos el cuento “Azul y Rojo” de Camelia Ediciones escrito por Mireya Tabuas e ilustrado por la artista plástica Patricia Van Dalen y el diseñador Ricardo Báez.

La jornada comenzó en la terraza de un vecino de la escalera. Todos los participantes reunidos escucharon atentamente el cuento narrado por Nancy Moreno, cuenta cuentos de “Pasa la Cebra”. El relato trata de una mamá que le gusta el color azul y un papá que le gusta el rojo. “Cada uno cree que su color es mejor que el otro y le piden al hijo que escoja cuál es su favorito. Él elije el morado que es la mezcla de los dos, por eso estamos usando hoy franelas moradas” son las palabras de Jean Luis, un niño que vive en la zona y que nos cuenta entusiasmado de que trata la historia.

Los niños batían con fuerza el pote de pintura por, al menos, 3 minutos. Esas eran las instrucciones. Las latas sonaban como maracas al son de la emoción de los niños. Mientras, otros grupos pegaban los mosaicos que hacían referencia a las ilustraciones del cuento.

En cinco horas el cuento estaba escrito e ilustrado a lo largo de la escalera. Un momento cumbre del trabajo nos lo narra Juan, un albañil de la zona: “Se reunieron en la plaza de la escalera varios grupos juntos para pegar los mosaicos. Fue el mejor punto porque allí se plasma, específicamente, la imagen del cuento donde se tocan los dos círculos de colores azul y rojo, formando entre ellos un nuevo color: el morado”. A partir de ese momento, el esfuerzo de subir y bajar la escalera hasta la plaza quedaría amenizado con literatura y arte.

Ahora cada vez que los vecinos suban a sus hogares y lean el cuento, recordarán este mensaje: Podemos convivir celebrando las diferencias. Al fin y al cabo, todos somos mezclas de colores, de emociones, de sueños e ilusiones, todos somos como el morado.